"En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa
sin otra luz y guía,
sino la que en el corazón ardía"
(S. Juan de la Cruz)
A solas
me abandono,
en un manto de niebla
en un iris difuso
en un quieto letargo,
y te espero.
A solas
vas brotando,
imagen sin contorno
aliento imperceptible
abrazo que me envuelve,
y te contemplo.
A solas
palpitas,
entrelazas mis hilvanes
me dibujas por dentro
das fuego a mi hogar,
y te siento.
A solas
amaneces,
apuntas mi horizonte
penetras mi secreto
me llenas la mirada
y despierto.
A solas
susurras,
devuelves mis recuerdos
me inundas de rebrotes
armonizas estridencias
y eres eco.
A solas
me llevas,
viento de mi vela
fuerza de mi paso
mañana de mi aquí,
y te encuentro.
A solas
me dejo:
están y estás
no estoy solo
somos uno ...
A solas
te quiero.
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